Historia y Patrimonio
Los paisajes variados de Arkansas tienen una historia sumamente interesante que contar. Un recorrido a través del estado puede comenzar desde las tierras bajas del Río Mississippi hasta las cimas más prominentes del centro del país; desde un legado de la industria algodonera del Sur a un pueblo que alguna vez marcó la frontera con el Oeste Americano. Entre las historias contadas en las paradas entre un punto y otro están los relatos de los indígenas americanos, los pioneros que construyeron el estado, las batallas de la Guerra Civil, el auge petrolero, la música del “blues”, la herencia de la música folclórica de las montañas, los nueve estudiantes que contribuyeron a forjar el espíritu del movimiento para los derechos civiles y un hijo nativo que llegó a la presidencia de los Estados Unidos. Algunos lugares interesantes para explorar la historia y el patrimonio de Arkansas incluyen distritos urbanos, museos, sitios arqueológicos, estructuras con valor histórico y arquitectónico, centros culturales, campos de batalla de la Guerra Civil, parques estatales, puentes, así como cementerios nacionales y confederados.
El primer europeo que exploró Arkansas fue el español Hernando de Soto, quien desde Florida se abrió camino hacia el oeste en 1541 en busca de oro. Los franceses llegaron en 1673 y el Sieur de la Salle reclamó el territorio para Francia en 1682. Henri de Tonti fue el primero en asentarse permanentemente en el territorio de Arkansas Post en 1686. El Tratado de París (1763) cedió el territorio a España, pero el Tratado de San Ildefonso devolvió Arkansas a Francia en secreto en 1800. Los funcionarios españoles seguían en sus puestos cuando los estadounidenses tomaron Arkansas Post en 1804. El territorio de Arkansas se volvió parte del Territorio de Louisiana como resultado de la Compra de Louisiana en 1803.
Es por ello que los nombres de tantos ríos, pantanos y lugares en Arkansas son incuestionablemente de origen español y francés.
¿De dónde viene el nombre de Arkansas?
La palabra Arkansas significa “viento del sur” y tiene su origen en un nombre utilizado por indígenas para describir a los Quapaw, una de las primeras tribus que colonizaron el estado. La pronunciación "AR-kən-saw" fue decidida por la Asamblea General de Arkansas en 1881.